Es fundamental lograr la extirpación y la cura definitiva
al extirpar tumores malignos localizados en la piel de las regiones frontal y temporal.
Es importante también, siempre que sea posible, evitar reconstrucciones
mutilantes o cicatrices innecesarias que puedan conllevar a la alteración de la anatomía, la pérdida de simetría y la elevación
o depresión de las cejas.